30 ago 2012

No te das cuenta de lo que tienes hasta que lo dejas atras



Puedes aprobar o suspender, adelgazar o engordar, teñirte el pelo o dejartelo crecer, encontrar a una hermana en una ciudad perdida o echar de menos a quien menos imaginas. En un año las cosas cambian más de lo que planeas, porque coges cariño a lo que tienes cerca y añoras lo que dejaste atrás. Tengo que decir que este año no ha sido como los demás. Me he levantado todos los días, más tarde que temprano, he llorado el 65% de esos días, he echado de menos una ciudad, unas personas y unos animales, pero también he conocido otra ciudad, otras personas e incluso otros animales. Me he pasado la mitad del año pensando en lo que voy a hacer el año que viene y pocos días planeando lo que hacer con lo que me quedaba por vivir del presente. He sufrido y he triunfado, he aprobado y he suspendido, he adelgazado y he engordado, me he teñido el pelo y me lo he dejado crecer...
Ahora que lo pienso este año si ha sido como los demás.
Porque un año da para mucho, aún cuando crees que no ha sido para tanto.