27 jun 2013

Bye Bye Cinderella



Este silencio hace que me se me ponga el pelo de punta.
Aun parece que se abrirá la puerta y entraréis hablando como locas.
Ya no quedan zapatos en el salón ni cafés a medio beber.
El calendario se quedó sin hojas y el fregadero sin platos,
en la cueva ya no hay murciélagos ni pájaros porque hoy iniciaron su vuelo de vuelta a casa.
Aunque se cambie de ciudad, de mes y de vida esto nunca lo olvidaré,
hermanas sin sangre y compañeras de noches sin sueño.
Para lo bueno y para lo malo, recuerdo las aventuras que hace ya diez meses iniciaron un tomate, un bizcochito y una ardilla que solo tenían en común la lengua y las ganas de aventuras.