1 sept 2013

La pescadilla que se muerde la cola

Esto no se acaba nunca, voy a volverme loca.
Sudas guardando abrigos en bolsas, libros y zapatos en cajas, saltas y te sientas en tu maleta rezando para que no se rompa la cremallera. Cinta de embalar, cajas llenas y maletero vacío.
Después de dos horas de viaje la cosa no acaba ahí. Tijeras, cajas vacías y maletero lleno. El proceso inverso es casi tan duro como el principio.