P.N.

Para que tú me oigas

mis palabras

se adelgazan a veces

como las huellas de las gaviotas en las playas.

Debería tatuar tu nombre en mi piel
y coger mi pasaporte de nuevo
y sustituirlo
ver que podría hacer sin que el sol diera en mi mano izquierda
donde mi cuarto dedo se encuentra con mi nudillo

Crisis del cuarto de siglo

Desafortunadamente -o afortunadamente- en seis meses cumplo 25 años. Alcanzo la crisis del cuarto de vida.

Me han dicho que todo va cuesta abajo después de los 25. Tu metabolismo baja de velocidad, te cansas más rápido y el sol realmente se esconde en esos días libres y divertidos.

Alcanzar los 24 fue un enigma. Mi mamá se casó con mi papá cuando tenía 24.

A la misma edad, yo me encontraba flotando en las aguas de citas casuales, de ningún modo cerca de encontrar al hombre que idealmente pondría un anillo en mi dedo.

Estudié en la universidad, trabajé para subir en la escala corporativa y también tengo un título en la jerga de los bares.

Mientras más me acerco a la edad tabú de 25, me doy cuenta que las lecciones que he aprendido en el mundo de las citas ahora las puedo ver y apreciar.

¿Por qué soy el blanco de tus flechas?

Una vieja voz ronca me susurra al oído que el espectáculo debe continuar mientras yo miro el desolado paisaje por uno de los agujeros del roído telón que me oculta y aísla del mundo, de la vida real que debería estar realmente viviendo alguien como yo.


Fotografía: Elena Romero

"Madrid es ella"

Ella era toda la poesía que se escribía en Madrid.
Era el verso más bonito de Gran Vía.
La boca más hermosa de Malasaña.
Los ojos más tímidos de los cines de Callao.
La cabeza más heavy que había pasado por Argüelles.
La cintura más bonita que veías por el metro.
Las piernas más largas de la Plaza Mayor.
Y la falda más corta de Montera.

Tú me quieres, yo te hielo un año después

La verdad que ya iba siendo hora de mencionar a Miss Caffeina en esta sección. Estos chicos de mi siempre amado Madrid se convirtieron en asistentes fijos de cualquiera de mis listas de reproducción hace años y todavía no he encontrado nada que consiga sacarlos de ahí, pero quería hablaros de esta canción en concreto porque tiene algo, tiene ese "nosequé" que hace que la busque cada vez que enciendo el ordenador, porque aún hoy, a solo cinco días del primer cumpleaños de su álbum De polvo y flores,  esta canción consigue ponerme los puntos y hacer que salte de emoción aunque sea la 364.782.163 vez que la escucho en el día, porque en mi ritual matutino de vaguear en la cama, desayunar con legañas en los ojos y vestirme en dos minutos porque me dormí en la ducha, la banda sonora la ponen tan solo cinco canciones y esta empieza y termina la lista.

Fotografias de cuadro

recuerdos perdidos en la lluvia

Willa Holland

La joven actriz californiana Willa Holland, de 21 años, se ha convertido en mi nueva "inspiration girl".

La conocí hace unos años durante mi adicción a la serie The OC donde interpretaba a Kaitlin Cooper y ya me llamó la atención, pero con su breve aparición en la segunda temporada de Gossip Girl terminó de conquistarme. Ahora la he recordado en mi tarea de adaptación al Erasmus con la película Génova, donde interpreta a una adolescente norteamericana que tras perder a su madre en un accidente de tráfico se muda a Génova con su padre y su hermana pequeña para comenzar una nueva vida.

Su estilo natural es lo que me fascina. No es una de las clásicas it girl habituales de las revistas de moda y los desfiles de alta costura, aunque fue considerada una auténtica top model cuando era tan solo una niña, protagonizando las campañas de las firmas más prestigiosas. 

Su actitud rebelde y bohemia a la par se refleja en su estilo diario, pelo extremadamente largo y liso, maquillaje únicamente en los ojos y preferentemente negro, resalta sus rasgos con naturalidad y viste con prendas que le resultan cómodas pero sin dejar de lado su estilo, looks básicamente negros y blancos, con abundancia de cuero y leggis, short y vestidos cómodos con una clara adicción a los sombreros y a las gafas de sol. Me parece una chica muy natural que no se ha dejado guiar por las modas, y eso se refleja no solo en su estilo sino también en sus trabajos.

Su naturaleza rebelde y reivindicativa ha sido la responsable de mi adicción al rock y a ese estilo de vestir tan característico de las auténticas "rocker girls"